Con su frente en alto el rapero Arcángel asegura que ante su doble paternidad tiene claro cómo educará a sus hijos para que luchen por sus sueños, y nunca usen drogas.
Aunque muchas personas lo critican y hasta lo señalan como usuario de alguna sustancia controlada, recalca a PRIMERA HORA que “no soy ningún drogadicto ni ningún delincuente”.
“Gracias a lo que mi mamá (Carmen Santos) me enseñó, aunque no me gustaba la disciplina, saqué cosas buenas”, recalca.
Arcángel, que para esta entrevista estuvo en compañía de su niño Austin Santos (de un año y seis meses), porque su niña Angélica Lucero (de seis meses de nacida) no lo pudo acompañar, les inculcará valores a sus pequeños, porque es de los que piensan que “el que use drogas no puede estar en mi casa”.
“No soy ningún tecato ni na’, y si fuera lo que dice la gente, no estuviera en la posición que estoy. Los vicios cuestan chavos y está comprobado que el artista que usa drogas cae como un mangó verde. Y no es lo que quiero para mí”,
Austin Santos, su nombre real, agrega que “yo he visto colegas, amigos y familiares caer por las drogas. Yo no usaré drogas ni puyándome ni usando cocaína. Todo lo que me ha costado trabajo no lo romperé con los pies”.
“Imagínate que yo use drogas y después mi chamaquito también. La conciencia no me dejaría tranquilo”, sostiene el rapero de 22 años de edad que este domingo celebrará el Día de los Padres junto a sus vástagos.
Por eso, el creador de “Chica virtual” es de los papás que sienten que sus hijos van a desempeñarse cuando sean adultos en lo que decidan para su vida, siempre y cuando “hagan las cosas bien”.
Un papá más maduro
La paternidad ha convertido a Arcángel en un hombre responsable, y hasta lo ha hecho madurar.
“Las responsabilidades son bien grandes y ahora yo sé lo que pasaron mis padres, aunque yo no fui mal hijo. Ahora yo tengo que pensar primero en ellos que en mí. Nosotros los artistas botamos los chavos bien rápido. La paternidad ha hecho que me concentre más en mi familia”, precisa.
Orgulloso de su retoño Austin, con quien jugó un rato en Wonder Park de Carolina, dice que se lo disfruta todos los días porque lo cuida mientras la mamá del chiquilín estudia en la universidad.
“Él llega a casa y busca en todos los cuartos llamándome: Papá, papá... Él me despierta y es celoso conmigo. Él no puede verme con otros nenes. Es una réplica mía cuando yo era bebé”, detalla.
Describe a su cría como inquieto y como “un anfibio porque le gusta mucho la piscina”.
Vislumbra a su hijito como “una futura estrella, porque le encanta bailar. Tiene buena coordinación para soltar sus pasitos de salsa y merengue”, acentúa.
La nena Angélica Lucero, sin embargo, dice, es “la santa de la casa, la tranquilita”.
Asegura que su niño es bien cariñoso con él. “Si ve un billboard mío le tira besos”, acota.