Hoy en día, el cantante boricua es el exponente mundial del género del reggaetón por excelencia. Pero, cuando El Cangri anunció que realizaría una película, la cual titularía Talento de barrio, muchos levantaron las cejas y se dijeron: “¿Una película?”… ¡Daddy Yankee no es actor!… Nada más alejado de la realidad.
Este pasado 23 de julio, el cantante de 31 años presentó esta cinta en el Festival Internacional de Cine Latino en Nueva York, mostrando al mundo nuevas facetas en su carrera: se estrenó como productor ejecutivo y actor. Y para quienes vimos la película, nos consta, quítense las dudas: El Jefe sí sabe actuar.
El intérprete de “Pose” habló en exclusiva con sobre lo que él llama su “nueva joya” y nos cuenta qué lo inspiró a hacer esta película. Además, entérate, entre otras cosas, por qué se puso celosa su esposa, Mireddys González, durante la filmación y si la reconciliación con Don Omar fue verdadera.
Cuéntanos sobre “Talento de barrio”
Talento de barrio, la película, es mi nueva joya. Estoy muy ansioso, te soy bien honesto, porque cuando me vi en pantalla grande fue la misma sensación que sentí cuando me escuché por primera vez en la radio. La misma emoción porque es como un sueño hecho realidad. Siempre tuve la visión desde muy pequeño de hacer cine y lo que me motivó a hacer la película y a ser yo mismo el productor ejecutivo fue esa misma visión que tuve desde pequeño.
¿De qué se trata?
Se trata de un joven, Édgar, que es el papel que interpreto. Un joven que quiere escapar del mundo ilícito, es el jefe del negocio ilícito, pero tiene un buen corazón. En el barrio lo quieren porque saben que es un buen muchacho; a pesar de lo que está haciendo se da a querer. Y él quiere cambiar pero no sabe cómo, y no sabe que él tiene un talento que Dios le regaló para explotarlo en la vida y ser un triunfador. En la película, él va descubriendo que tiene ese talento. Y una vez deja ese mundo, su pasado lo persigue porque, pues, él hizo cosas ilícitas, y eso tiene sus repercusiones, no es tan fácil escapar de ese mundo. Y ahí empieza la trama entre tomar sabias decisiones y malas decisiones.
¿Y se te hizo fácil actuar o tuviste que tomar clases? ¿Cómo fue la experiencia?
Fíjate, no fue fácil actuar, pero tampoco quise tomar clases para no desviar el personaje porque yo entendía que lo más natural que lo hiciera, lo mejor que podía hacer. Al yo crecer viendo tantos Édgar en la vida, pues yo conozco sus gestos, conozco cómo ellos actúan, cómo mandan sin hablar, quién se acerca con malas intenciones, quién es el Judas, cómo actúa el Judas del grupo. Por tantas historias y tantas cosas que he visto, pues dije: ‘O.K., yo sé que puedo llevar ese papel tranquilo’. Se me iba a hacer difícil porque era la primera vez que iba a actuar, pero sabía que una vez que le agarrara el truco, sabía que lo iba a llevar. Inclusive todo el elenco, yo quería que fueran jóvenes del barrio, y son los compañeros del género que están conmigo en la película, que interpretaron sus papeles a cabalidad porque todos saben cómo es que se mueve el barrio.
¿Qué fue lo más difícil para ti?
Óyeme, lo más difícil fueron las escenas de amor y llorar. (Risas) Imagínate, yo besarme con otra muchacha en público, frente a las cámaras, y un poco sin ropa, tú sabes.
¿Y tu esposa, no se puso celosa?
Síii. (Risas) ¡Muchacho! Por poco duermo con el perro. Pero es que, obviamente, ella me conoció siendo músico, no actor. Y fue un momento de transición, no tan sólo para mí, sino para ella también asimilar eso. Yo tuve que ir preparándola y explicándole. Y ahora, después de todo, lo asimiló.
Recientemente te reconciliaste públicamente con Don Omar, pero, se ha dicho que lo hicieron como un truco de publicidad y nada más…
No. Si tú analizas bien las situaciones, mira Don Omar y yo no necesitábamos hacer eso. ¿Por qué, si él tiene lo de él y yo tengo lo mío? No había razón para hacerlo. Lo hicimos porque somos bastante hombres como para limar las asperezas y movernos pa’ lante.
¿Y por qué no fuiste a su boda?
No, yo estaba en Bolivia. Si iba me caía una demanda de par de millones.
Y, ¿son amigos, se hablan por teléfono, salen juntos?
Sí, sí. No salimos, pero sí somos amigos. En la transición de su juicio, hablamos. Yo le hablé par de veces como un hombre y como un caballero que soy. Y siempre alentándolo, pa’ alante. Y estoy muy contento de que haya salido inocente, porque se lo merece.